Aunque hay constancia documental de que en el año 1.740 procesionaba en Huércal-Overa una imagen de la Virgen bajo la advocación de María Santísima de las Angustias, el documento más antiguo que se conserva de la «Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, San Juan Evangelista, Jesús en su Tercera Caída, la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor y Nuestro Padre Jesús de Pasión Cautivo» (vulgo Paso Blanco) es el acta de su refundación de 11 de marzo de 1890, en cuya fecha un grupo de huercalenses bajo la presidencia del presbítero don Miguel Guerrero, acordó organizar la «antigua Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias y San Juan», lo que revela que su fundación data de mucho tiempo atrás. Lo que tuvo lugar ese día no fue sino la refundación de la Hermandad, el reinicio de su caminar después de unos años sin tener vida activa, tras la desconocida y muy lejana fecha inicial de su fundación, cuyo conocimiento se pierde en el tiempo a través de los años, o tal vez, de los siglos. Las primeras referencias escritas sobre el Paso Blanco de Huércal-Overa se reflejan en el tomo III de la “Historia de Huércal-Overa y su comarca” de Enrique García Asensio, donde dentro de la descripción detallada que hace de las procesiones de finales del S.XIX menciona al Paso Blanco como la Hermandad de San Juan, la cual contaba por aquel entonces con 175 hermanos “blancos” que vestían túnica blanca con adornos azules, colores que actualmente siguen siendo los representativos de la Cofradía. Según el relato descriptivo de García Asensio en su “Historia de Huércal-Overa”, de las procesiones de 1.891 se refiere al Paso Blanco de esta manera: “Al Paso Morado le seguía el Blanco, cuyo Seguidamente describe como era la procesión de los blancos de aquel año. Abría la procesión un piquete de caballería, le seguía el grupo bíblico del Juicio Injusto escoltado por la guardia romana y el pueblo hebreo con el Arca de la Alianza. Continuaba el Ángel de los Macabeos y detrás las figuras de Moisés, Abraham e Isaac. Le seguía la carroza del Juicio de Salomón. Desde entonces la Hermandad, con sede canónica en la ermita de Nuestra Señora de las Angustias y San Juan (S.XVIII) ha venido desempeñando ininterrumpidamente la actividad y función que le son propias, fomentando y promoviendo la vida cristiana, así como el apostolado y, en particular, el fin primario y específico de promover el culto público a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a la Santísima Virgen y a los Santos. Durante el devenir histórico de la Hermandad y en el seno de la misma, han surgido diversas ramas, entre las que cabe destacar la Asociación de Hermanos de San Juan -grupo juvenil nacido en los años de la posguerra que tuvo una intensa actividad, colaborando eficazmente en el cumplimiento de los fines institucionales- y la Asociación de Damas de Nuestra Señora de las Angustias -creada ya mediada la década de los años cuarenta del pasado siglo, y cuya contribución a la Hermandad desde entonces hasta la actualidad ha sido de singular y extraordinaria importancia, sobresaliendo por su fervor a la Santísima Virgen. En 1.908, como dato anecdótico, según relata García Asensio, Doña Catalina Martínez prometió a la Virgen de las Angustias regalarle una corona si era agraciada en el sorteo de la En 1.924 se funda la banda de música de la Hermandad. Popularmente conocida como la “Banda Blanca” su finalidad era la de acompañar a todas las procesiones y actos que presidiera esta cofradía. En el año 1925 honró a nuestra Hermandad S.A.R. la Infanta Doña Isabel de Borbón aceptando el nombramiento de Presidenta de Honor del «Paso Blanco». S.A.R. la Infanta Doña Isabel regaló a esta Cofradía un Vía-Crucis de plata y un reloj para ser sorteados y con los beneficios de dichas rifas, ayudar a costear los gastos de las procesiones de estos años. En 1.926 se incorpora a la Cofradía la imagen de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor, conocida popularmente como el Cristo de la Sangre. La imagen fue obra del escultor Gregorio Molera Toral el cual se inspiró en el Cristo de la Sangre de Murcia, obra de Nicolás de Bussy. Desfiló por primera vez el Jueves Santo de 1.926 junto al paso blanco pero como cofradía independiente, anexionándose definitivamente al seno de esta cofradía al año siguiente. La imagen fue bendecida por el obispo de Cartagena, otorgándole cien días de indulgencia a quien rezase un Credo delante de la citada imagen. El 30 de mayo de 1929, S.A.R. la Infanta Doña Isabel de Borbón autoriza a esta Cofradía para que su escudo figure en los emblemas de esta Hermandad, así como a bordar un banderín con los emblemas de su realeza. Años más tarde y tras el paréntesis que supuso la guerra civil española, la Cofradía se reorganiza en el año 1.945. Durante la contienda, esta cofradía fue una de las instituciones eclesiásticas que menos pérdidas materiales tuvo en Huércal-Overa, dañándose solamente la imagen de la Caída, de la que sólo se pudo recuperar la cabeza del Cristo que se incorporaría posteriormente a la reconstrucción que hizo el escultor Julián Alanguas. El resto de imágenes se conservaron gracias a la labor de sus respectivos camareros. En este mismo año, el Instituto Laboral de Huércal-Overa confeccionó en sus talleres y regaló a esta Cofradía, un guión bordado en oro con el escudo de la Hermandad. En 1.953 se renueva el hermanamiento con la Real, Muy Ilustre y Venerable Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor, de Murcia, gozando esta Cofradía desde entonces de todos los bienes espirituales y privilegios de la corporación murciana. En esta renovación quedó también establecido que cada Miércoles Santo, durante las horas en que procesiona el Cristo de la Sangre por las calles de Murcia, lucirá en Huércal-Overa un cirio encendido delante de la imagen del Cristo de la Sangre del Paso Blanco. En 1.955 se adquiere en Granada la carroza de la Virgen de las Angustias, obra de Nicolás Prados López causando gran expectación a su llegada a Huércal-Overa. Ya en la década de los años 60 del S.XX se produce el hermanamiento con la institución militar del Tercio de Levante de Infantería de Marina en Cartagena cuyos mandos y banda de música acompañan a la Virgen de las Angustias cada Jueves Santo. En 1.961 se adquiere una nueva imagen de San Juan Evangelista y una suntuosa carroza para procesionar, ambas obras del escultor granadino Nicolás Prado López, sustituyendo a la imagen anterior de autor anónimo datada en el S.XVIII perteneciente a la escuela de Mena. En. 1.965 la imagen del Cristo de la Sangre de Gregorio Molera, es sustituida por la actual obra del escultor murciano Juan González Moreno, siendo la carroza que lo portaba obra de Nicolás Prados López. Ya en el año 2.002 se incorpora a la Cofradía la imagen de Nuestro Padre Jesús de Pasión Cautivo, obra del escultor sevillano José Antonio Navarro Arteaga. Desde el año 2.003 la Cofradía cuenta con dos días para procesionar, uno el Jueves Santo, y el otro el Martes Santo, día en que procesiona el Cautivo por las calles de Huércal-Overa. Asimismo, esta Hermandad en el pasado año 2005 reconoció el singular y extraordinario testimonio cristiano del Sacerdote Siervo de Dios don Salvador Valera Parra, insigne hijo de Año tras año, desde su refundación en el S.XIX hasta nuestros días, esta Cofradía ha ido incrementando su patrimonio artístico con piezas de incalculable valor artístico. Entre ellas podemos destacar la elaboración del estandarte de la Virgen de las Angustias y el de San Juan. Ambos bordados en oro y seda, obras de la célebre bordadora lorquina Apolonia Ros. El primero de ellos, el de la Virgen de las Angustias data del año 1952, participó en la exposición nacional de artesanía celebrada en Madrid en 1953, siendo galardonado con la medalla de oro en la modalidad de bordado. Durante sus largos años de historia, los hermanos de la Hermandad del «Paso Blanco» han concebido las que han sido sus imágenes titulares como medio para acercar el misterio de Dios a los hombres, en consonancia con la tradición de la Iglesia y la perenne doctrina de Santo Tomás de Aquino, que justifican la presencia de las imágenes porque ayudan a la instrucción del pueblo sencillo, hacen presente la historia de la salvación y alimentan nuestra vida cristiana. Igualmente, las procesiones de Semana Santa, realizadas con devoción y dignidad cristiana, son valiosas catequesis plásticas en sus recorridos por las calles, que recuerdan los misterios de nuestra salvación; son una predicación del Misterio Pascual, esto es, de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo y de las verdades de nuestra fe. En virtud de lo dicho y siendo desconocida la data de su fundación, la Cofradía se refundó en la mencionada fecha de 11 de marzo de 1890. Ahora se reafirma para el acrecentamiento del culto divino y provecho espiritual de los hermanos bajo la advocación de «Nuestra Señora de las Angustias, San Juan, Jesús en su Tercera Caída, la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor y Nuestro Padre Jesús de Pasión Cautivo», y todo ella, en nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo y de la Bienaventurada Virgen María.
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